Liga de Campeones

Liga de Campeones | La Real Sociedad impone su ley en Lisboa

Ejercicio de personalidad de los donostiarras en el feudo del Benfica al que han superado por la mínima. Todo ello, por supuesto, a raíz de la diana convertida por un Brais Méndez que sigue de dulce. Así las cosas, paso de gigante de la Real para estar en los cruces de la Champions.

Por Redacción
2 min.
Ander Barrenetxea trata de regatear a Alexander Bah @Maxppp

La Real Sociedad puede presumir de mantener una filosofía de juego realmente atractiva, siendo una de las claves para afincarse en la élite de nuestro fútbol. Tras una campaña muy notable, se ha ganado el privilegio de disputar la Liga de Campeones 2023-2024. Una vez que materializó un gran triunfo en Salzburgo, había puesto rumbo a la capital portuguesa para retar al Benfica. Es decir, un equipo que partía como el farolillo rojo de este Grupo D.

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El esquema de Roger Schmidt dispondría desde el principio de un arquero que ya ha dado claras muestras de su fiabilidad bajo palos en el Viejo Continente: Anatoliy Trubin. Un joven arquero ucraniano que estaría resguardado a la perfección por Alexander Bah, Nicolás Otamendi, António Silva y David Jurásek. Por delante, mucho potencial con la presencia de Joao Neves, Fredrik Aursnes, David Neres y Joao Mário. En punta de lanza, la pareja de baile de Rafa Silva y Petar Musa.

Por lo que respecta a la alineación de Imanol Alguacil, ídolo de masas en San Sebastián, tendría en sus filas a un Álex Remiro que se formó en la cantera del Athletic Club. A saber, un sensacional portero que contaría con el apoyo en la retaguardia de jugadores vitales como Hamari Traoré, Igor Zubelida, Robin Le Normand y Aihen Muñoz. El equilibrio llegaría con Martín Zubimendi y Mikel Merino, dando bastante movilidad a Brais Méndez, Ander Barrenetxea, Take Kubo y Mikel Oyarzabal.

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Brais Méndez vuelve a vestirse de héroe

Los donostiarras saldrían con la ambición de ser protagonistas, apostando por su estilo característico con un exquisito toque del esférico. Barrenetxea y Kubo se mostraban con mucho ímpetu, pudiendo ser una doble pesadilla para su adversario. Los lusos lo intentarían en una jugada a balón parado, mientras que la diana de Musa no subiría al electrónico por fuera de juego previo (de Rafa Silva). A partir de ese preciso instante, hubo momentos de ida y vuelta en el Estádio da Luz.

Dicho lo cual, el dominio era para un club txuri-urdin al que le faltaba finura y precisión en los últimos metros. Las transiciones rápidas empezaban a ser marca de la casa, a lo que hay que agregar que el gol de Brais no sería legal por posición antirreglamentaria. La presión tras pérdida de los vascos era estupenda, tomando la delantera en el marcador gracias a un Brais Méndez que culminaría una triangulación (0 – 1). Acto seguido, el travesaño impediría a Take Kubo ejecutar una obra de arte, pero la Real sellaría una victoria muy meritoria en Lisboa.

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