Partido muy serio de la Real Sociedad, especialmente a lo largo de un primer acto donde tomaría la delantera merced a una diana de muy bella factura de Ander Barrenetxea. El Niza mejoraría su imagen a partir del zarpazo de Pablo Rosario, mientras que Álex Remiro sería clave para los donostiarras al detener un penalti.
La hora de la verdad en el Viejo Continente había llegado para la Real Sociedad en su estreno esta temporada en la Europa League. Una competición que, a buen seguro, podría servir de bálsamo para lamerse las heridas de un torneo doméstico donde no termina de rendir a buen nivel. Sin embargo, la confianza es máxima en la figura de un Imanol Alguacil que genera consenso absoluto entre las altas esferas del conjunto de San Sebastián.
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Así las cosas, el técnico estaba más que preparado para enderezar el rumbo de unos pupilos con los que conquistó la Copa del Rey hace unas temporadas. Sin duda, ha exhibido su capacidad para sobreponerse a las adversidades que se han ido interponiendo en su sendero. Por tanto, con motivo de esta primera jornada en la Europa League, los donostiarras estaban listos para conceder una alegría a su fiel afición.
No obstante, eran conscientes de la exigencia de una prueba de nivel a raíz de su choque directo con un club importante de la Ligue 1. Todo ello, por supuesto, porque se habían citado con un Niza que dispondría del incondicional apoyo de su público. En principio, el compromiso se vaticinaba realmente nivelado entre dos escuadras que harán lo indecible por certificar ese anhelado billete para la gran final de San Mamés -en mayo-.
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Álex Remiro se viste de héroe en la Real Sociedad
Los donostiarras se presentarían con un sistema de tres centrales y dos carrileros, una estrategia con la que pretendían frenar las transiciones rápidas de su adversario. Precisamente, sería mediante un contragolpe la forma en la que tomarían la delantera en el electrónico. A saber, Ander Barrenetxea conectaría un zapatazo tremendo desde la frontal con el que quitaría las telarañas de la portería. Un gol que confirmaba el buen momento de la Real en el inicio del duelo.
Sin embargo, el conjunto dirigido por Franck Haise iría ganando presencia en campo contrario con el transcurso de los minutos. Y en las postrimerías del acto inaugural, Pablo Rosario no desperdiciaría la ocasión para nivelar las fuerzas en el Allianz Riviera. Así las cosas, el plantel txuri-urdin sufriría un mazazo anímico justo antes del descanso. Nada más regresar del túnel de vestuarios, en una acción corroborada a instancias del VAR, Álex Remiro ganaría la partida a Evann Guessand en una pena máxima. Una intervención que sería determinante para que la Real Sociedad salvase un punto en Niza.
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