Liga de Campeones | Reacción de un PSV que deja al Sevilla tocado y casi hundido
Cuando el cuadro andaluz tenía la contienda muy encarrilada con una renta de dos goles, la expulsión de un desacertado Lucas Ocampos cambiaría por completo el guion de la última media hora de juego. Una remontada en Nervión que deja al Sevilla prácticamente fuera de Europa.
Momento cumbre de la temporada para un Sevilla que no termina de despegar en lo que llevamos de curso. Sin ninguna duda, las sensaciones son bastante negativas en el seno del siete veces ganador de la Europa League. Pese a ello, confiaba en dar la vuelta a la tortilla con motivo de la quinta prueba de la fase de grupos de la Liga de Campeones. Una decisiva contienda en la que, dicho sea de paso, iba a medir sus fuerzas con las del PSV Eindhoven en el Ramón Sánchez-Pizjuán.
Diego Alonso, quien ha vuelto a ser ratificado por las altas esferas de la entidad andaluza, se presentaría de entrada con un Marko Dmitrovic que se estaba viendo eclipsado por Orjan Nyland. El cancerbero quedaría resguardado en su entramado defensivo por la jerarquía de Jesús Navas, Nemanja Gudelj, Sergio Ramos y Marcos Acuña. El doble pivote sería para Fernando Reges y Djibril Sow, dando libertad a Lucas Ocampos, Ivan Rakitic y Dodi Lukebakio. En punta de lanza, Youssef En-Nesyri.
Por lo que respecta a la disposición táctica de un Peter Bosz recordado por el Olympique de Lyon, el guardián de sus dominios sería el argentino Walter Benítez. Por delante, una línea de cuatro piezas en su parcela defensiva con Jordan Teze, André Ramalho, Olivier Boscagli y Sergiño Dest (cedido por el FC Barcelona). En cuanto a Jerdy Schouten, Guus Til y Toey Veerman, este trío de ases se encargaría de surtir de buenos balones a Johan Bakayoko, Hirving Lozano y Luuk de Jong.
De la euforia a la resignación en un suspiro
El dominio territorial hispalense sería evidente prácticamente desde el pitido inicial del trencilla, mostrando esa intensidad que tanto extrañaba su fiel hinchada. Dmitrovic reaccionaría a tiempo para salvar a un Acuña que se vería superado por la velocidad de Bakayoko, mientras que la anticipación de Fernando sería estupenda ante Schouten. En-Nesyri daría el primer aviso serio, aunque el titán Ramos sería el elegido para dar el zarpazo inaugural de la tarde-noche (1 – 0).
A continuación, antes de enfilar el camino hacia el túnel de vestuarios, la diana convertida por Sow, previa incursión de Lukebakio, no sería legal por mano de Fernando. Tras una genialidad de Ocampos, En-Nesyri se toparía con la cruceta, al tiempo que Dmitrovic ganaría la partida a un Chucky que sería sustituido por Yorbe Vertessen. Ya en el segundo acto, Youssef desataría la euforia sevillista con el 2 – 0. Después de un gran desplazamiento en profundidad de Acuña, el internacional marroquí sería letal en carrera y con espacios para ampliar la renta de los suyos.
Dicho lo cual, todo se torcería de forma considerable por la expulsión de un Ocampos que cometería un fallo impropio de su experiencia (será baja ante el Lens). Ismael Saibari vería portería casi de inmediato con una diana de muy bella factura (2 – 1), provocando un sufrimiento increíble en el cuadro de Nervión. La agonía sería todavía mayor a raíz del desafortunado gol de Gudelj en propia meta (2 – 2), una remontada del PSV que culminaría Ricardo Pepi para dejar al Sevilla prácticamente fuera de Europa (2 – 3).
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