Liga de Campeones | El Inter de Milán tumba la resistencia del Oporto
André Onana y Diogo Costa realizarían una actuación fantástica bajo palos, mientras que los lusos acabarían con un hombre menos por la expulsión de Otávio. Una situación que aprovecharía el Inter de Milán para llevarse el gato al agua con la solitaria diana de Romelu Lukaku.
Verdugo del FC Barcelona en la fase de grupos, el Inter de Milán encaraba con optimismo la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones. A buen seguro, una de las potencias más emblemáticas de una Serie A que está siendo dominada por el Nápoles sin discusión. De esta manera, el combinado lombardo se enfundaba el mono de trabajo con la misión de golpear en primera instancia. Para ello, tendría que medir sus fuerzas con las del Oporto.
Simone Inzaghi se decantaría de inicio por un André Onana que ha ganado la partida al experimentado Samir Handanovic como el guardián de sus dominios. En cuanto a su característico sistema de tres centrales, tendría en acción a Milan Skriniar, Francesco Acerbi y Alessandro Bastoni. La profundidad en los carriles sería para Matteo Darmian y Federico Dimarco, dando la medular a Nicolò Barella, Henrikh Mkhitaryan y Hakan Çalhanoglu. En busca del gol, la pareja de Lautaro Martínez y Edin Dzeko.
Pasando ahora a la disposición táctica de un estratega de la talla de Sérgio Conceiçao, su cancerbero sería un Diogo Costa que se ha asomado por el radar de Chelsea y Manchester United. En cuanto a su entramado defensivo, una línea de cuatro con Joao Mário, Pepe (mito del Real Madrid), Iván Marcano y Zaidu Sanusi. Marko Grujic y Mateus Uribe otorgarían criterio a su parcela ancha, junto con la conexión de Otávio y Pepê. Y qué decir de la dupla en ataque de Mehdi Taremi y Wenderson Galeno.
Romelu Lukaku decanta la balanza para el Inter de Milán
Los dos contendientes llegaban a este envite con una inercia realmente positiva. La puesta en escena sería mejor de los nerazzurri, especialmente a través de un Darmian que se mostraría muy activo desde el arranque de la batalla. Lautaro también empezaba a hacer de las suyas, pero el juego se encontraba muy parejo en el centro del campo. Dimarco intentaba percutir por el flanco izquierdo, al tiempo que Joao Mário lideraba las acciones ofensivas de los lusos.
Uribe tenía atado en corto a Barella, a lo que conviene añadir que Çalhanoglu pondría a prueba a un Costa que respondería a las mil maravillas con su intervención. El equipo visitante iría ganando presencia en el césped, destacando una soberbia parada de Onana para ganar la partida a Grujic. Un jugador que, además, sería habilitado por un Taremi que ejecutaría un exquisito recurso técnico. Igualmente, el trencilla (a instancias del VAR) no decretaría nada punible en una posible pena máxima para el Inter en el Giuseppe Meazza.
Y qué decir de Diogo Costa, cuya intervención sería espectacular para resignación de un Bastoni que casi cantaba el gol. Tras la reanudación, Evanilson ocuparía la plaza del lesionado Galeno. Poco después, tanto Onana (doble paradón) como Skriniar estarían inconmensurables para frustrar a su adversario. Inzaghi agitaría el árbol con Robin Gosens (Dimarco) y Romelu Lukaku (Dzeko), mejorando considerablemente sus prestaciones gracias al ariete belga. El Oporto acabaría en inferioridad numérica por la expulsión de Otávio, tesitura de la que se beneficiaría Lukaku para dar ventaja al Inter con vistas a la vuelta en Portugal (1 – 0).
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