Europa League | El Athletic Club sobrevive a 70 minutos nefastos y supera al Ludogorets
Dos goles casi consecutivos de Iñaki Williams y Nico Serrano permitieron al Athletic Club cosechar una importante victoria en su visita al campo del Ludogorets. Los vascos firmaron 70 minutos nefastos, pero gracias a su perseverancia y dos chispazos de lucidez lograron remontar el gol inicial del combinado búlgaro.
Tras acumular siete puntos de nueve posibles, el Athletic Club competía hoy en Bulgaria con el objetivo de obtener un marcador que dejase ya bastante encarrilado su pase a la siguiente ronda de la Europa League. El duelo se antojaba propicio, ya que el rival, el Ludogorets, tan solo había sido capaz de sumar un punto en sus tres primeros choques.
Aunque se esperaban rotaciones, Ernesto Valverde prefirió no arriesgar más de la cuenta y el equipo rojiblanco saltó al Ludogorets Arena con tan solo un cambio significativo, el de Andoni Gorosabel por Óscar de Marcos, y con la idea de mantenerse fiel a su estilo de presión alta y juego vertical.
Pese a ello, el partido no respondió a lo deseado por los vascos. En primer lugar, por su precipitación y falta de precisión en el pase y, en segundo, por la buena actitud defensiva de un cuadro búlgaro que se encerró sobre su área y que, para colmo, fue capaz de sacar petróleo en unas de sus escasas acciones de ataque. Tras un saque de esquina, el brasileño Erick Marcus enganchó una volea desde fuera del área y el balón, tras atravesar un bosque de piernas, acabó en el fondo de las mallas (minuto 20).
El tanto encajado despertó los fantasmas de un combinado rojiblanco al que, de tarde en tarde, se le suelen indigestar este tipo de encuentros en los que, a priori, parece favorito, y lo que se pudo ver hasta el descanso fue ese clásico ejercicio de impotencia del equipo que no sabe como reaccionar a lo inesperado y que, además, fruto del nerviosismo, comete muchos más fallos de los esperados. En cualquier caso, teniendo en cuenta que el árbitro anuló un gol del cuadro de Razgrav por fuera de juego y que Marcus no supo aprovechar una clara contra tras error grosero de Andoni Gorosabel, hasta se puede decir que el 1-0 fue un mal menor.
Remontada inesperada
Aunque se esperaban cambios, Valverde decidió no mover su banquillo y el partido, lejos de mejorar, se convirtió en un truño insufrible. De hecho, ante la total y absoluta falta de ideas de los visitantes, comenzaba a intuirse que, a poco que se esforzase por buscar el marco rival, el Ludogorets iba a toparse con alguna ocasión de sentenciar el partido a su favor.
Tras tirar 11 minutos a la basura, el preparador rojiblanco introdujo, ya sí, tres cambios con el objetivo de, al menos, contar con piernas frescas y aunque tardaron más de la cuenta en dar los resultados esperados, fueron finalmente dos jugadores de refresco los que impulsaron la remontada. El primero, un incansable Óscar de Marcos que, en el 73, perseveró en una acción de ataque por la derecha y acabó sacando un centro que, tras un excelente control y un mejor giro, Iñaki Williams convirtió en el 1-1. Y el segundo, un audaz Nico Serrano que, apenas un minuto después, en la primera ocasión que tuvo de armar la pierna zurda, soltó un fantástico disparo cruzado ante el que nada pudo hacer Sergio Padt.
Completada la que parecía misión imposible -si atendemos a lo visto en los 70 minutos previos- quedaba por ver si los vascos iban a optar por defender su ventaja o buscar un tercer tanto que evitase sustos finales. Y aunque se decantaron por la segunda, sus intentos no dieron los frutos y el partido se presentó en la recta final envuelto en una ligera incertidumbre. Afortunadamente, los locales no inquietaron demasiado y el encuentro concluyó con un 1-2 que sitúa a los rojiblancos a un paso de la siguiente ronda.
Así queda la clasificación
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