El cuadro blanco ha remontado al Villarreal en una gran segunda parte donde los campeones de Europa tiraron de casta y contundencia para remontar los dos goles que el submarino amarillo había tomado de ventaja. Marco Asensio y Dani Ceballos marcan diferencias como revulsivos.
Con dudas lógicas tras su inicio de 2023 y acrecentadas por la derrota del pasado domingo en al Supercopa de España, volvía el Real Madrid a visitar al Villarreal en la Copa del Rey. Dos equipos que ya se habían enfrentado el 7 de enero en Liga, en un partido diferente a vida o muerte. Que los de Quique Setién encararon mejor desde el principio firmando una buena primera parte.
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En la que comenzaron ganando con un buen gol de Etienne Capoué en el 3'. El mediocentro aprovechaba su gran llegada, la pasividad de Antonio Rüdiger y sobre todo una excelente jugada de Gerard Moreno que trajo de cabeza a la zaga merengue. El internacional español recuperaba su mejor nivel tras la lesión y fue el faro de todos los ataques groguets. Los hoy locales trataron de mantener más la pelota pero cedieron la iniciativa en muchos momentos al cuadro blanco, que tuvo también sus ocasiones.
La más clara de Rodrygo que desbarataba Pau Torres. Karim Benzema no andaba fino y en el centro del campo, pese a que Eduardo Camavinga jugaba mejor siendo pivote hoy, no terminaban de encontrar fluidez los blancos. Pero el campeón de Europa, en evidente bajón físico y mental estos días, temblaba en cada ataque del submarino amarillo. Y en el 42', en una acción mal defendida de nuevo en la que Gerard Moreno imponía su habilidad junto a Yeremy Pino, Samu Chukwueze anotaba el segundo ante Thibaut Courtois. Para dejar casi noqueado al equipo merengue antes del descanso.
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El Real Madrid nunca se rinde
En el descanso tuvo que retirar Setién a Raúl Albiol, presuntamente tocado. Y la defensa del Villarreal perdió contundencia. También su producción ofensiva, de manera que a los groguets les duraba mucho menos la pelota y por tanto las ocasiones también escaseaban. Eso hasta ir perdiendo la pelota, que el cuadro blanco empezó a ganar con la entrada de Dani Ceballos y Marco Asensio. Si bien antes Vinicius Junior había recortado diferencias con un buen gol tras aprovechar un error local en el 57'.
En ese tramo el campeón de Europa se creció y en el 70' Eder Militao igualaba al rematar un pase de cabeza de Karim Benzema tras jugada de estrategia. Se empequeñecían los locales, que únicamente tenían alguna contra como recurso y el cansancio hacía mella. El Real Madrid mejoraba en intensidad y los cambios le daban aire, además de saber reponerse mentalmente de un momento duro en la temporada. Y aunque los groguets lo intentaron, estaban lejos de la contundencia que exhibieron en la primera parte.
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Así, en un tramo del encuentro donde todo parecía más igualado y se vislumbraba la prórroga, Marco Asensio peleaba una pelota que se marchaba. Servía a Dani Ceballos, que estaba firmando unos buenos minutos, y el centrocampista conectaba un estupendo disparo raso para hacer el tercer gol visitante. Una remontada rápida, contundente e inesperada que recuerda en cierto modo a las de la temporada pasada en Europa. Para seguir vivo en la Copa del Rey, pasar a cuartos de final y salir de esta crisis que parecía atravesar a inicios de 2023. El Real Madrid está de vuelta.
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