Liga de Campeones | El Benfica se lleva el gato al agua en Brujas
Compromiso más que nivelado (pese al resultado) en la ida de los octavos de final de la Champions. Un duelo que se acabaría saldando con el triunfo lisboeta, todo ello merced a las dianas convertida por Joao Mário (de penalti) y David Neres.
La programación del primer asalto de los octavos de final de la Liga de Campeones continuaba su curso a lo largo de la jornada de este miércoles. Así las cosas, era el turno de dos de las sensaciones de la fase de grupos de la presente edición del torneo que defiende el Real Madrid. Por un lado, el Brujas se convirtió en uno de los verdugos europeos del Atlético de Madrid. Por el otro, llegaba un Benfica que confiaba en obtener un gran resultado en el Jan Breydel.
Scott Parker concedería la titularidad en la portería a un veterano Simon Mignolet que custodió en su momentos los palos de la meta del Liverpool. En cuanto a su entramado defensivo, dispondría de un sistema de tres centrales con la presencia de Clinton Mata, Jack Hendry y Brandon Mechele. Tajon Buchanan (seguido por el Inter de Milán) y Bjorn Meijer serían los carrileros, mientras que la medular sería para Denis Odoi, Raphael Onyedika y Hans Vanaken. En ataque, la dupla de Kamal Sowah y Noa Lang.
Por su parte, Roger Schmidt escogería de inicio a un Odisseas Vlachodimos que ya ha dado claras muestras del potencial que atesora como arquero en el Viejo Continente. Pasando a su línea de cuatro en la retaguardia, estaría perfectamente resguardado por Alexander Bah, António Silva, Nicolás Otamendi y el codiciado Alejandro Grimaldo. La medular correría a cargo de Chiquinho y Florentino Luís, otorgando espacios a Rafa Silva, Joao Mário y Fredrik Aursnes. En punta de lanza, Gonçalo Ramos.
Joao Mário y David Neres encarrilan el billete del Benfica
Vlachodimos realizaría una intervención soberbia para frenar a Sowah, al tiempo que la respuesta lisboeta llegaría en las botas de un centro medido de Grimaldo. Con el transcurso de los minutos, los visitantes se irían sacudiendo de encima la presión de un cuadro belga que había llevado a cabo una puesta en escena muy atrevida delante de su público. Sin ir más lejos, el Brujas no renunciaba a la oportunidad de salir rápidamente al contragolpe para pillar desprevenido a Otamendi.
Pese al ímpetu mostrado por los hombres de Parker, su adversario comenzaba a asomarse por los dominios de un Mignolet que asumía el arsenal ofensivo de los lusos. Aursnes no atinaría con su golpeo, mientras que el chut de Rafa Silva sería repelido por la madera. António Silva y Goncalo Ramos también lo intentarían, al igual que un Onyedika que quería dar una bocanada de aire fresco al Brujas. Sin embargo, el Benfica se llevaría el gato al agua merced al acierto de Joao Mário desde el punto fatídico (0 – 1). Una contienda que sentenciaría David Neres para acercar al equipo de Schmidt a cuartos (0 – 2).
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