Liga | Amarga goleada del Real Madrid ante Osasuna
El Real Madrid cortó su mala racha con una victoria ante Osasuna. Los blancos impusieron su mayor calidad y pegada ante un rival que aguantó media hora. Eso sí, los de Chamartín finalizaron el partido con tres lesionados: Rodrygo, Éder Militao y Lucas Vázquez.
Partido crítico el que este mediodía ha jugado el Real Madrid contra Osasuna. Tras acumular dos duras derrotas, los blancos estaban obligados a levantar cabeza y, para ello, debían superar a un combinado rojillo que acudía al Santiago Bernabéu en un excelente estado de forma y como quinto clasificado de Liga.
Como cabía esperar, los locales saltaron al campo dispuestos a imponer su ley, pero se toparon con un rival que, además de proteger bien su área, no dudó en proyectarse al ataque a la mínima oportunidad. Para colmo, en el 19, uno de sus atacantes más activos, el brasileño Rodrygo, cayó lesionado y tuvo que marcharse al banquillo antes de tiempo.
El extremo no sería el único damnificado de este periodo, ya que, en el 26, tras una acción a balón parado, el central Éder Militao quedó tendido en el terreno de juego. Sus gestos de dolor, sus lágrimas y el hecho de que tuviese que ser retirado en camilla invitan a pensar en que su lesión reviste cierta gravedad.
Afortunadamente para los merengues, antes de que la cosa se complicase aún más, Vinicius Junior recibió un balón cerca de la frontal, realizó uno de sus clásicos caracoleos y soltó un disparo ante el que nada pudo hacer Sergio Herrera (34'). El gol premiaba la insistencia de un equipo que, ocho minutos después, cosechó el 2-0 tras un sensacional balón largo del debutante Raúl Asencio (sustituto de Militao) que Jude Bellingham envió al fondo de la red. De esta forma, con un par de goles y dos lesionados, concluyó una agridulce primera parte para los madrileños.
Tercera lesión y dos goles más
La segunda parte arrancó con la noticia de un tercer lesionado, Lucas Vázquez. El gallego, que ya había acabado con molestias el primer acto, dejó su sitio a Luka Modric y obligó a Carlo Ancelotti a situar a Fede Valverde como lateral. Pese a ello, los de Concha Espina no sufrieron demasiado y siguieron dominando, con una cierta comodidad, el duelo.
Pasada la hora de juego, tras un balón bombeado sobre el área local, Andriy Lunin se hizo con el esférico y con celeridad ejecutó un preciso saque en largo que permitió a Vinicius sumar el 3-0. Aunque no parecía que Osasuna tuviese capacidad para reaccionar ni siquiera al 2-0, este tanto dejó ya el choque visto para sentencia.
La victoria final, redondeada con un nuevo tanto de Vini, permite a los blancos no complicarse más de la cuenta la lucha por el título y recuperar cierta moral de cara a próximos envites. Eso sí, el partido deja tres lesionados y la sensación de que no hay plantilla suficiente para resultar competitivo en todos los frentes. Visto lo visto, tal vez fichar en el mercado de inverno se convierta en una necesidad.
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