Antes de ser despedido, el egarense Xavi Hernández trasladó al club su idea de abrir la puerta a un total de ocho jugadores. El preparador estaba decidido a realizar una profunda limpieza de la plantilla con la que no estaba de acuerdo la directiva.
Xavi Hernández ya es historia. Aunque el egarense aún debe firmar el pertinente finiquito, es una simple cuestión de tiempo que deje de ser, oficialmente, técnico del FC Barcelona. De hecho, hoy mismo, quien será su sucesor, el germano Hansi Flick, ha aterrizado en la Ciudad Condal para sellar su acuerdo con la entidad.
Entre los motivos que explican su precipitada salida despunta el evidente choque de intenciones con una directiva que ni terminaba de estar conforme con su trabajo sobre el verde ni compartía sus ideas de cara al futuro. De hecho, Marca explica hoy que una de las razones por las que Joan Laporta decidió cargarse al vallesano fue por su intención de realizar una limpieza demasiado profunda de la plantilla.
Bajas y altas
El técnico había instado a la directiva a cerrar algunas salidas cantadas, como las de Marcos Alonso, Oriol Romeu o Vitor Roque, pero también había mostrado su intención de desprenderse de jugadores como el ariete Robert Lewandowski, el extremo Raphinha y el centrocampista Frenkie de Jong, a quien pretendía suplir por Bernardo Silva (Manchester City). Además, tampoco quería que los cedidos Joao Cancelo y Joao Félix permaneciesen en la escuadra.
Lógicamente, para cubrir estas bajas, Hernández había solicitado algunos fichajes. Además del ya citado Silva, el entrenador deseaba un nuevo pivote que saliese de la dupla conformada por Joshua Kimmich (Bayern Múnich) y Martín Zubimendi (Real Sociedad), al lateral diestro Juan Foyth (Villarreal) y al extremo Nico Williams (Athletic Club). Casi nada.
Noticias
