La Champions League se ha convertido con creces en una auténtica tortura para el Barça a lo largo de la última década, principalmente lejos de la Ciudad Condal. Por tanto, confía en espantar los fantasmas de una vez por todas en su cita en Nápoles.
El FC Barcelona continúa siendo uno de los clubes con mayor repercusión mediática en el planeta fútbol. Pese a los numerosos problemas que asolan al vigente ganador de nuestra Liga, lo cierto es que sigue disfrutando de bastante "tirón" entre los seguidores de esta disciplina. Sin embargo, este curso no está siendo sencillo para sus intereses.
Aun así, contará con el privilegio de disputar unos cruces de la Liga de Campeones que se le habían resistido a lo largo de las dos últimas temporadas. En cuanto a su asalto inaugural de octavos de final, visitará esta semana a un Nápoles que podría marcar el destino inmediato de Xavi Hernández en el banquillo azulgrana.
Una negativa dinámica que desea frenar en Nápoles
De hecho, a tenor de las estadísticas facilitadas por Mundo Deportivo, los culés llevan ocho años sin vencer a domicilio en octavos en la Champions. Desde el triunfo en Londres a costa del Arsenal (en 2016), el Barça ha ido cosechando una racha fatídica que ha lastrado en demasía sus aspiraciones europeas.
En esa racha, se vio arrollado por el PSG en 2017, firmando tablas posteriormente con Chelsea (2018), Olympique de Lyon (2019), Nápoles (2020) y los parisinos (2021). Así las cosas, tanto Xavi como sus pupilos harán lo que esté en su mano con el firme propósito de obtener un buen botín de su visita al emblemático Estadio Diego Armando Maradona.
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