Eden Hazard condiciona los planes estivales del Real Madrid

"Me gustaría quedarme, siempre lo he dicho. Espero jugar para demostrar que todavía puedo hacerlo. La gente tiene dudas, es normal. Lo entiendo muy bien, pero por mí sigo aquí el año que viene. Nunca se sabe, pero un traspaso no está en el plan". Así de claro se mostró hace unos días Eden Hazard. En conversación con RTBF, el belga certificó que está decidido a cumplir el contrato que le vincula con el Real Madrid (hasta junio de 2024).

Aunque apenas ha participado en siete partidos oficiales (no pisa el verde desde el 3 de enero) y mantiene una relación más que distante con el técnico Carlo Ancelotti -"No voy a decir que nos hablamos porque no nos hablamos", reconoció-, el experimentado atacante (32 años) no está por la labor de despedirse del cuadro merengue antes de tiempo.

Tres posibles recambios

Su firme postura choca frontalmente con la de un conjunto blanco que ya había diseñado un plan para suplirle. Los de Chamartín quieren que el de La Louviere haga las maletas en verano y que su espacio sea ocupado por Brahim Díaz (23 años), futbolista que ha sacado un extraordinario partido a su cesión en el AC Milan. En caso de que el malagueño optase por permanecer en San Siro, los madrileños apostarían por recuperar al nipón Take Kubo (Real Sociedad, 21 años) o ascender al canterano Sergio Arribas (21).

Tal y como explica As, la permanencia de Hazard genera más problemas deportivos que económicos, ya que los mandatarios dan por hecho que, independientemente de lo que ocurra, el ex del Chelsea genera un gasto que habrá que asumir con la mayor naturalidad posible. "Ese dinero se da por descontado (su salario, de 30 M€ brutos), en el club saben que tendrán que abonarlo y que, si se le encontrase un destino, sería con el club en cuestión pagando una parte mínima de los emolumentos y con el Madrid teniendo que hacerse cargo de la mayor parte del salario", concluye.