Copa del Rey | Endrick acude al rescate del Real Madrid

Mucha expectación esta noche en el Santiago Bernabéu. El Real Madrid volvía a la Copa del Rey después de la derrota ante el FC Barcelona en la Supercopa de España del domingo. Y en la previa la noticia estuvo en los pitos durante las alineaciones: siendo Aurélien Tchouaméni y Ferland Mendy los "favoritos". El primero era titular en la medular porque Raúl Asencio entraba en el eje de la zaga y Fede Valverde descansaba al fin.

El ex del AS Mónaco fue silbado en sus primeras intervenciones pero poco a poco se sacó el sambenito a base de pundonor. Mientras, el cuadro blanco tardaba en generar peligro con ataques excesivamente planos y estáticos. Por si fuera poco, Starfelt mandaba un remate al larguero en el 5' para aumentar la impaciencia local. Los de Carlo Ancelotti no encontraban la fluidez y solamente Kylian Mbappé, en jugadas individuales, parecía generar peligro claro. Salvo el susto incial, apenas veíamos a Andriy Lunin, eso sí.

Pero los gallegos intimidaban con espacios sin encontrar contras. Raúl Asencio agradaba al público con sus intervenciones contundentes. Y en el 37' pasaba casi todo lo reseñable del primer acto: el Celta pidió penalti de Lunin a Swedberg cuando podía marcar. El árbitro interpretó que el contacto no fue suficiente, y en la continuación de la jugada la pelota llegaba a Kylian Mbappé, que desde la izquierda lanzaba su jugada favorita para anotar el único tanto de la primera mitad.

El Celta logra la heroicidad

La segunda mitad arrancaba como terminó la primera, con un Real Madrid quizás bastante más dominador. El cuadro blanco movía ficha en el inicio de la segunda parte no renunciando a la pelota, intentando prolongar ese dominio. Y de hecho lo lograba con Vincius Junior en el 48', que tras combinar con Kylian Mbappé lograba anotar a placer el segundo para dejar la eliminatoria encarrilada.

El brasileño se sacudía así algunos murmullos escuchados en la previa y se reencontraba con el gol de nuevo. Tuvo otra oportunidad más tarde que la zaga olívica salvaba sobre la línea de gol. Pero los de Carlo Ancelotti tenían el encuentro en el punto donde querían, ya que sin apretar en exceso ganaban de forma cómoda. Mientras los visitantes apenas inquietaban con disparos lejanos que Andriy Lunin solventaba bien.

Teledeporte @teledeporte – 23:22

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Con 10 minutos mágicos, el Celta de Vigo consigue empatar el partido tras el penalti de Asencio sobre Bamba que transforma Marcos Alonso

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En cambio los locales aprovechaban los espacios y de hecho entre Vinicius y Mbappé fabricaron una gran jugada donde Arda Güler marcó, pero fue anulada por fuera de juego. El partido parecía sentenciado pero en el 84' un error de Eduardo Camavinga permitía a Jonathan Bamba anotar para recortar distancias. Los de Claudio Giráldez se lo creyeron y apretaron, de manera que en el 90' Raúl Asencio cometía un penalti que Marcos Alonso transformaba para mandar el partido a la prórroga.

Endrick se viste de héroe

En el tiempo extra vimos a un Santiago Bernabéu enmudecido, como pensativo entre hacer saber a los suyos su malestar o generar ese ambiente de remontadas. Los primeros minutos de la prórroga fueron un cúmulo de imprecisiones entre ambos equipos y un Celta mucho más entero en lo físico. Pero Carlo Ancelotti se guardó el último cambio y lo usó con Rodrygo.

El brasileño dio otra marcha al equipo y en el 108', con energía recobrada, era Endrick quien se sacaba un gran zapatazo con la zurda desde fuera del área para desnivelar el encuentro. El joven delantero, que había tenido imprecisiones en sus primeras intervenciones, se vestía de héroe al final para anotar el tercero. Y poco después era Fede Valverde el que se sacaba otro golazo para asegurar al fin el triunfo de los merengues.

Hubo tiempo incluso para que Endrick se gustara firmando el quinto con un taconazo. En el día soñado para él, que fue fichado como gran promesa y no estaba teniendo una temporada sencilla. Hoy ha sido el héroe que probablemente haya acabado con el debate que ya se gestaba en redes sobre la continuidad de un Carlo Ancelotti que hasta ahora le ha dado pocas oportunidades.