Europa League | El Sevilla sufre más de lo necesario, pero logra sellar su billete para octavos

Tras el 3-0 cosechado en el Ramón Sánchez Pizjuán, el Sevilla afrontaba el choque de vuelta del play off de la Europa League con la innegable tranquilidad que concede un marcador así de holgado, pero también con la firme idea de no relajarse más de la cuenta. Para sustos, ya está la Liga…

Por eso, y pese a, de entrada, conceder la posesión al PSV, los hispalenses ni se metieron atrás ni se conformaron con, simplemente, esperar su ocasión para salir a la contra. De hecho, pasados esos primeros minutos, fue ya el cuadro dirigido por Jorge Sampaoli el que comenzó a manejar durante mayor tiempo el esférico y el que mostró mayor interés en pisar el área rival.

Aunque no generó ocasiones claras, más allá de un buen disparo de falta de Alex Telles que salió rozando la madera, el Sevilla al menos se esforzó por acercarse a los dominios de Walter Benítez. En cambio, de los de Eindhoven apenas hubo noticias, ya que sus timidísimos intentos resultaron casi más peligrosos por la falta de fiabilidad transmitida por el hoy titular Marko Dmitrovic que por las acciones de sus delanteros (cero tiros a puerta).

Reacción tardía del PSV

Por fortuna para el espectador, el encuentro se animó considerablemente tras el paso por vestuarios. Los locales comprendieron que no les quedaba otra que lanzarse al ataque y empezaron a, al menos, merodear la zona de peligro. Eso sí, quien primero rondó el gol fue de nuevo el combinado español, en una acción en la que Benítez tuvo que emplearse a fondo para despejar un disparo de Youssef En-Nesyri (48').

En realidad, ésa fue la tónica de la primera media hora de la segunda parte, la de un PSV algo más dominador y la de un Sevilla con mucho mayor capacidad para generar ocasiones de verdadero peligro. De hecho, antes de que Johan Bakayoko lograse al fin poner a prueba a Dmitrovic (70'), Ivan Rakitic ya había estrellado un balón en el larguero y enviado otro disparo muy cerca de la base del poste.

Como cabía esperar, el conjunto que dirige Ruud Van Nistelrooy apretó los dientes en la fase final del encuentro. Su esfuerzo, aunque tardío, estuvo relativamente cerca de encontrar premio, ya que tras un primer gol de Luuk de Jong, en una jugada en la que anduvo listo para cazar un balón prolongado (77'), el árbitro anuló por fuera de juego un segundo tanto que, de haber subido al marcador, habría deparado un final aún más intenso. Y es que, el 2-0 acabó llegando (obra de Fábio Silva), pero lo hizo en tiempo de prolongación y ya sin margen para más acercamientos de un cuadro neerlandés que tardó demasiado tiempo en creer en una remontada. Mejor para el Sevilla, que ya puede pensar en el sorteo de octavos.