PSG | ¿Dónde está el verdadero Neymar?
En Francia ya se preguntan qué ocurre con Neymar, futbolista que no termina de mostrarse tan resolutivo como debería. El brasileño apenas ha podido sumar un gol desde que arrancó la temporada.

La sorprendente derrota del París Saint-Germain ante el Rennes en la novena jornada de Ligue 1 (2-0) ha reactivado las críticas contra uno de los integrantes de su tridente ofensivo, el brasileño Neymar. Una vez más, el atacante vuelve a ser situado en el punto de mira por su débil condición física y su falta de pegada.
Desde que aterrizó en el Parque de los Príncipes, el canarinho no ha logrado completar una temporada en condiciones. Salvo en el primer año, en el que alcanzó los 20, Ney nunca ha podido superar la cifra de 17 partidos de liga por curso. Además, su aportación goleadora ha ido decayendo considerablemente con el paso de los años (19, 15, 13 y nueve la pasada campaña).
Irregular y discreto
Aunque todavía deja detalles de su talento, lo cierto es que su contribución al juego del equipo sigue describiendo una trayectoria claramente descendente. Ante el Rennes, el brasileño volvió a mostrarse inofensivo y acabó siendo sustituido en el minuto 75. Que a estas alturas apenas acumule un gol en nueve jornadas es un buen síntoma de que se encuentra a años luz de su mejor versión.
"Cuando ganamos al Manchester City hace cinco días, ganamos como equipo. Está claro que cuando no ganas, el que tiene la mayor responsabilidad soy yo. No voy a juzgar individualmente, especialmente después de una derrota. La actitud y la intención de hacer las cosas bien, lo que hicimos durante 25 minutos, es nuestro desafío. El impacto del gol encajado justo antes del descanso y el 2-0 concedido en menos de un minuto, ante un equipo físicamente fuerte que reducía los espacios, fue complicado. Los atacantes produjeron mucho, pero no tuvieron la oportunidad de marcar", despejó el técnico del PSG, Mauricio Pochettino, al ser consultado por el rendimiento de su pupilo.
Tal y como se cuenta por el país vecino, la respuesta del argentino resulta poco convincente, ya que parece claro que a un jugador que percibe 35 M€ al año hay que exigirle más regularidad y, en especial, una mayor capacidad para desequilibrar los partidos.