Liga de Campeones | El Sevilla tumba al Wolfsburgo y se aferra a los octavos
Trabajada victoria de los pupilos de Julen Lopetegui delante de su parroquia, siendo su primer triunfo del curso en la fase de grupos de la Champions. Todo ello, además, gracias a las dianas materializadas por Joan Jordán y Rafa Mir.
"Dicen que nunca se rinde". Unas bonitas palabras que resumen a las mil maravillas el sentimiento y la emoción que desborda el Sevilla cada vez que salta al campo. Un lema que tenía que calar hondo en el vestuario de Julen Lopetegui, quien sabía que los hispalenses se jugaban su destino en la Liga de Campeones 2021-2022 en el duelo de Nervión. Un escenario que se vestiría de gala para espolear a los suyos frente al Wolfsburgo, un envite correspondiente a la quinta jornada de esta fase de grupos.
El seis veces ganador de la Europa League saldría de inicio con Joan Jordán, Fernando Reges e Ivan Rakitic en la sala de máquinas. Por lo que respecta a su parcela ofensiva, los elegidos serían Lucas Ocampos, Munir El Haddadi y Papu Gómez. Es más, la primera oportunidad correría a cargo del que fuera futbolista de la Atalanta. Sin embargo, el lanzamiento del argentino sería repelido por el entramado defensivo de su rival.
La puesta en escena de los andaluces estaba siendo fantástica, ejemplificada con un Jules Koundé que está dispuesto a seguir brillando con fuerza en Nervión. Pese a ello, el central no sería capaz de superar a Pavao Pervan. De todos modos, era evidente que la entidad presidida por José Castro estaba siendo superior a su contrincante sobre el tapete verde. Sin duda, Lopetegui manifestaba su satisfacción por la intensidad de los suyos desde el pitido inicial del trencilla.
¡GOOOOOL del Sevilla!
— Fútbol en Movistar+ (@MovistarFutbol) November 23, 2021
20 segundos de euforia y alegría. #LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/CGzOz337Mm
El zarpazo de Joan Jordán
Antes de alcanzar el cuarto de hora de la contienda, Jordán se convertiría en el héroe de la parroquia local al perforar el fondo de las mallas de la meta custodiada por Pervan (1 – 0). Todo ello, además, al ser habilitado por un Rakitic que realizaría un pase realmente estupendo para habilitar al ex de Espanyol, Real Valladolid y Eibar. Por tanto, el Sevilla había conseguido decantar la balanza de manera favorable hacia sus intereses en el sur de España.
No obstante, Yassine Bono, con la inestimable colaboración del travesaño, tendría que intervenir para echar el cerrojo a sus dominios. En concreto, a raíz de un tremendo zapatazo que estuvo cerca de darle un buen susto a la fiel hinchada de los hispalenses. Con el transcurso de los minutos, menguaría ligeramente la superioridad del Sevilla en lo que alude a su juego. Eso sí, Jordán se quedaría a un paso de convertir el doblete en su cuenta particular para ampliar la renta de los locales.
"Dicen que nunca se rinde"
Asimismo, el rendimiento de Koundé estaba siendo inmaculado, junto con un Munir que estaba muy enchufado y motivado para sacar provecho de su titularidad. Las vibraciones no serían tan positivas para el plantel de nuestro país en la segunda mitad, a lo que es conveniente apuntar que Maxence Lacroix no sería capaz de atinar con su golpeo. Por su parte, Josuha Guilavogui estaría imperial al anticiparse a un aguerrido Ocampos. Lo cierto es que los hispalenses acusarían en demasía el desgaste físico y la sobrecarga de partidos con el transcurso de los minutos.
Sin duda, el calendario es muy exigente a nivel de clubes, sin dejar de lado el añadido por los parones de selecciones. De todos modos, previo sobresalto por una pena máxima que reclamaría el Lille por supuesta mano de Diego Carlos, la victoria se quedaría en las arcas del Sevilla. Todo ello, además, con la sentencia de Rafa Mir en el tiempo añadido (2 – 0). Un sensacional club que no está dispuesto a renunciar a su pase a los octavos de la Champions.
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