Europa League | Roberto Soldado sella el billete del Granada para cuartos

Tras el 2-0 cosechado en la ida, el Granada tenía dos opciones. La primera, y tal vez la más cómoda, la de ceder el balón, defenderse con orden y esperar alguna contra. La segunda, en cambio, pasaba por encarar el choque como si la eliminatoria estuviese más igualada. Saltar al campo con intención de mandar, de controlar el esférico y de buscar la portería contraria sin reticencias.

Como cabía esperar, los nazarís optaron por la segunda. De hecho, a los tres minutos de juego, Kenedy pudo haber dejado el asunto visto para sentencia, pero su disparo algo forzado no encontró portería. El brasileño se empeñó en sacar petróleo de cada acción y fue durante los 90 minutos un considerable tormento para la zaga del Molde.

Aunque el partido tenía buena pinta, el cuadro nórdico no se arrugó. Y al igual que en la ida, su fútbol vertical y directo generó enorme incertidumbre en una zaga andaluza que sufrió más de la cuenta para despejar los innumerables centros desde los costados. Tanto es así que, en uno de ellos, Jesús Vallejo, en su intentó por achicar, acabó introduciendo la pelota en su propia portería y firmando el 1-0 sin quererlo (minuto 29).

La mala suerte.
1-0 del Molde con gol en propia puerta de Vallejo.#LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/wemn598G5N

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Hasta el descanso, el balón fue de un área a otra sin mucho control. El Granada, pese a todo, decidió mantener su plan inicial; y el Molde, espoleado por el tanto, también apretó el acelerador en busca de ese segundo tanto que igualase la eliminatoria. El marcador fue el único que mantuvo la calma y no se movió.

Roberto Soldado sentencia la eliminatoria

El guion apenas se alteró tras el paso por vestuarios. El choque continúo moviéndose por el filo a la espera de que alguno de los dos equipos acertase con la portería rival y empezase a decantar el duelo a su favor. En este sentido, aunque los visitantes ejercían más control sobre el esférico, eran los locales quienes metían más miedo en cada acción ofensiva. Ya fuera por cansancio acumulado, por presión o por la suma de ambas cosas, los defensas granadinos se las veían y deseaban para frenar a un rival capaz de atacar con muchos efectivos.

Afortunadamente para los granadinos, cuando el partido se acercaba a esa fase en la que las botas pesan más de la cuenta y el miedo acecha, emergió la figura de Roberto Soldado. A los 8 minutos de saltar al campo, Yangel Herrera sirvió un balón desde la izquierda y el valenciano conectó un soberbio cabezazo que superó a Andreas Linde y se alojó con poderío en el fondo de la red (minuto 72).

Gol histórico de @R9Soldado.
El @GranadaCdeF, con un pie y medio en cuartos de final. #LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/zoNVDWVAjb

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Además de para premiar la valentía y constancia del equipo español, el tanto sirvió para dejar la eliminatoria, ya sí, vista para sentencia. Los noruegos tenían por delante la tarea de sumar tres goles y aunque apelaron al orgullo, se mostraron incapaces de asumir una empresa tan costosa. De hecho, el 2-1 final no llegó hasta el 89, fruto de una penalti cometido por Yan Eteki sobre Erling Knudtzon que acabó transformando Eirik Hestad.

Tras dejar en la cuneta a Nápoles y Molde, los de Diego Martínez conocerán mañana a su rival en cuartos de final. Sea quien sea, lo único que queda claro es que deberá exhibir todo su potencial para doblegar a un equipo que derrocha trabajo y sacrificio, que sabe jugar muy bien sus cartas y que se ha ganado, sin lugar a la menor duda, el derecho a soñar.