Atlético de Madrid | Antoine Griezmann merece más
Condenado a la suplencia por motivos económicos debido al plan del Atlético de Madrid de no pagar los 40 M€ en los que está fijada la opción de compra tras su cesión por dos temporadas por el FC Barcelona, Antoine Griezmann se carga de razones a base de buenas actuaciones y una actuación irreprochable.
El Atlético de Madrid apeló a la épica para ganar su primer partido en la fase de grupos de la Liga de Campeones. Lo hizo en un choque denso en el que los de Diego Simeone no estuvieron cómodos frente a un Oporto que planteó un choque poco vistoso y acabó decantándose en unos frenéticos últimos minutos.
Si hubo un protagonista en los últimos estertores, ese fue Antoine Griezmann (31). Convertido en un habitual en los treinta últimos minutos de los partidos debido al plan del Atlético de Madrid de cara a no pagar los 40 M€ que el FC Barcelona obtendría en caso de que se ejecutara la opción de compra, el de Mâcon es capaz de cambiar el sino de los partidos. Sucedió ante el Valencia y ocurrió nuevamente ayer.
Pese a la limitación de minutos, el francés está siendo todo un ejemplo. Ya lo fue cuando regresó a la capital de España y aceptó rebajar hasta prácticamente la mitad la monstruosa ficha que ingresaba en el FC Barcelona y la dejó en alrededor de 10 M€ para volver a enfundarse la elástica rojiblanca. También lo hace en los entrenamientos, donde se esfuerza al máximo, y los partidos, convirtiéndose en un factor completamente diferencial.
30 minutos no son suficientes
Evidentemente, dejar a Antoine Griezmann en el banquillo la primera hora de partido no es ilegal, como se ha intentado esgrimir desde el FC Barcelona. El asunto ético es harina de otro costal y cada una de las partes implicadas tendrá una opinión al respecto. De lo que no cabe duda es que el francés no esté sobre el terreno de juego es un desperdicio.
Daña la vista ver al atacante sentado mientras algunos de sus compañeros cazcalean sobre el césped y el Atlético de Madrid parece que juega con diez. Tan solo ha estado 138 minutos sobre el césped distribuidos en 5 partidos oficiales, aunque esto ha sido tiempo suficiente para que el Principito sume tres goles.
Cuando anotó el tanto de la victoria Antoine Griezmann se besó el escudo. Al finalizar el choque, dio una vuelta al césped del Metropolitano disfrutando del momento. Para algunos, media hora es suficiente. Sin embargo, Grizzy merece mucho más.
Evidentemente, esta situación no beneficia a nadie, pues mientras el jugador juega con las alas cortadas, el Atlético de Madrid se ve privado de uno de sus grandes referentes y el FC Barcelona se enfrentaría a un “marrón” inesperado el próximo verano. La mejor opción, para todos, es negociar para que este culebrón acabe lo antes posible y todos puedan centrarse en lo importante: lo qué ocurre en el verde.
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